Nuestra historia
La visión de nuestros fundadores
El sueño de nuestros fundadores, los doctores Reinaldo y Camilo Cabrera Polanía, fue crear en Colombia una institución de la más alta calidad científica y humana que brindara atención, diagnóstico y tratamiento gratuito a la población infantil más vulnerable con enfermedades del corazón.
La historia de la existencia concreta de la Fundación Cardioinfantil podría empezar con Luz María Londoño, quien ayudó a materializar el sueño de los hermanos Reinaldo y Camilo Cabrera. Su hijo Carlos Zuleta, un bebé cardiópata que no pudo ser operado en Colombia, sirvió de semilla e inspiración para salvar la vida de millones de niños más.
Cabrera les expresó a los Zuleta Londoño su ilusión de iniciar así su tarea humanitaria con aquellos niños de Colombia que no podrían ir a operarse en el extranjero. Ellos se preguntaron qué más podían hacer para ayudar, y entonces Luz María mencionó: “Hagamos una fundación” y casi deletreando el nombre la bautizó como “Fundación Cardio Infantil”, dando el primer paso de la materialización de este gran sueño
Bajo el liderazgo del doctor Reinaldo Cabrera Polanía, el sueño se cumplió en 1973, año en que se creó La Fundación Cardioinfantil, entidad privada sin ánimo de lucro. La primera sede de la institución fue el Hospital Infantil Universitario de la Misericordia, en donde más de 500 niños con cardiopatías y lesiones reumáticas fueron atendidos durante una década.
Durante este periodo se marcaron hitos importantes y se realizaron proyectos definitivos para el arranque de la institución:
1
La primera Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos, bajo la dirección del Dr. Carlos Sánchez.
2
Consolidación del servicio de Cardiología Pediátrica, bajo la dirección del Dr. Reinaldo Cabrera.
3
La sala de Hemodinamia y diagnóstico radiológico, bajo la dirección del Dr. Humberto Varón Acosta.
Además, se realizaron avances en el desarrollo de la cirugía cardiovascular infantil en cabeza del doctor Camilo Cabrera Polanía, hermano del fundador, médico especialista en cirugía cardiovascular y, en ese entonces, primer Director Ejecutivo de la Fundación Cardioinfantil.
Durante esos años se fortaleció el principio de solidaridad y la vocación social que ha caracterizado a la institución. Esta anécdota revela con contundencia lo anterior: en el año 1982 los doctores Reinaldo y Camilo Cabrera se enteraron de la mala condición de salud de un pequeño de 12 años procedente de Armero, Tolima. Raúl Contreras Gómez, a quien desde su nacimiento le diagnosticaron una cardiopatía congénita (cianosis y tetralogía de Fallot) y requería con urgencia una intervención quirúrgica. Este niño, impulsado por su hermano, cuando cursaba cuarto de primaria tomó la decisión de escribirle una carta al presidente de la República de la época, el Dr. Belisario Betancur, en la cual, de manera muy conmovedora, le comentaba su delicada situación de salud. De inmediato el pequeño recibiría respuesta. Pocos días después llegó, junto con su mamá, a la Institución que en ese entonces funcionaba provisionalmente en la carrera 15 con calle 92, en donde tuvo la oportunidad de conocer unas manos amigas que le salvarían la vida. El 25 de abril de 1982 Raúl recibió una exitosa intervención quirúrgica que le permitió volver a su casa e iniciar una nueva vida.
Este paciente motivó al equipo de la Institución a seguir adelante con la misión de atender de manera gratuita a niños de escasos recursos con problemas cardiovasculares. La población objetivo la conformaban inicialmente niños con necesidad de recibir una cirugía para salvar su vida. El programa empezó a crecer semana tras semana, fue así como el doctor Reinaldo le pidió a su gran amigo, Fabio Hencker, quien había
sido compañero de trabajo en una de las compañías más importantes del país y acababa de pensionarse, que se uniera como voluntario a la Cardioinfantil e hiciera parte de esta labor social. Él, sin pensarlo, se fue vinculando al proyecto y con el paso del tiempo asumió la tarea de organizar y coordinar lo que desde ese entonces se consolidó como el Programa Social “Regale una Vida”.
En vista del gran impacto social y los exitosos resultados en calidad profesional que tuvo la Institución durante su primera década de vida, en la cual se tuvieron que enfrentar muchas dificultades de tipo económico, a finales de 1984 el doctor Reinaldo Cabrera pudo dar alas a sus más nobles ambiciones gracias al gran apoyo de don Guillermo Ponce de León, uno de los mecenas más grandes de la FCI. Se inició así la construcción de la sede actual de la Fundación Cardioinfantil – Instituto de Cardiología, adquiriendo en comodato con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, un lote de treinta mil metros cuadrados.
Desde ese momento, y en el mismo lugar, esta institución sin ánimo de lucro viene trabajando en la prevención, tratamiento y rehabilitación de sus pacientes durante todo el ciclo vital, conservando los postulados misionales de sus fundadores. Actualmente, se consolida como un hospital enfocado en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares y de alta complejidad, con especialidades y subespecialidades como cardiología clínica, cirugía cardiovascular, hemodinamia, electrofisiología, cirugía vascular periférica, cirugía de tórax, trasplantes y todos los servicios necesarios para ofrecer una atención integral en el diagnóstico, tratamiento y recuperación de nuestros pacientes nacionales y de la región, alcanzando los más óptimos resultados.
Solidaridad
Han pasado 22 años desde que se salvó la vida del niño Raúl Contreras, cuya historia contamos anteriormente. Desde ese momento, un equipo interdisciplinario y comprometido compuesto por cardiólogos, pediatras, trabajadoras sociales y voluntarios con las más altas calidades profesionales, viajan varias veces al año por toda la geografía colombiana buscando pequeños que necesiten una mano amiga que cuide y salve sus corazones y les brinde atención médica gratuita y de calidad.
Cartagena fue el destino elegido para realizar, en 1996, la primera Brigada de Diagnóstico Cardiológico. Allí 50 niños recibieron valoración y 8 de ellos viajaron a Bogotá para recibir, en forma gratuita, el tratamiento que su corazón requería. Actualmente, el programa social “Regale una Vida” brinda atención a más de 3.000 niños cada año, de los cuales cerca del 10% requieren cirugía o cateterismo.
Las brigadas de diagnóstico de la Fundación Cardioinfantil llegan anualmente en promedio a doce departamentos, impactando no solo las capitales de estos sino las ciudades, municipios, veredas y corregimiento aledaños.
Gracias al invaluable apoyo de los donantes, empresas socialmente responsables y de los aliados en cada una de estas ciudades visitadas, quienes brindan un apoyo vital para hacer posible la logística de las brigadas, se han obtenido recursos para diagnosticar, hasta la fecha, a más de 50.000 niños, brindando tratamiento médico gratuito y una segunda oportunidad de vida a quienes por su condición médica, lo han necesitado.
Hoy la Fundación suma más de 5.000 corazones salvados a través de su programa social, y su compromiso no se detiene. Es por esto que, en el 2018, Regale una Vida obtuvo el Premio de Oro a la Excelencia IHF como el mejor programa de Responsabilidad Social Corporativa de hospitales en el mundo, un reconocimiento por todos los corazones salvados y por quienes lo hacen posible.
Excelencia clínica
La Fundación Cardioinfantil es catalogada como el mejor hospital de Colombia según Merco Talento 2021 y tercero mejor de Latinoamérica, según el ranking 2020 de la revista AméricaEconomía en el que figuran 63 hospitales de 12 países, además, es una de las pocas instituciones colombianas acreditadas internacionalmente por la Joint Commission International, reconocimiento recibido por primera vez en el 2014.
En estos 48 años de historia la Institución ha sumado grandes avances que impactan positivamente al sector salud y al bienestar de los pacientes:
En 1984 se creó el Instituto de Cardiología para la atención de pacientes adultos con patologías cardiovasculares. Cinco años después, en este Instituto, el equipo médico especializado haría el primer implante de marcapasos de la Fundación. En el año 2005 un hito abriría las puertas a la internacionalización de nuestros servicios, con la atención del primer paciente internacional.
Todo esto soportado por un permanente desarrollo en infraestructura y tecnología, que permite continuar brindando una atención segura, humanizada y de calidad. Es así como en el 2010 la Institución inauguró la Torre Cardiovascular “Reinaldo Cabrera Polanía” única en Latinoamérica, en la que sus habitaciones pueden transformarse en Unidad de Cuidado Intensivo y permiten el monitoreo del paciente durante las 24 horas del día. Más recientemente, en el año 2015, se inauguró la Torre de Especialistas, un complejo hospitalario de 12 pisos, ganador del premio de ORO Leed, de liderazgo en energía y diseño ambiental.
Hospital Universitario
Hace más de 20 años, en 1996, los doctores Mario Suárez Melo, Rector de la Universidad del Rosario; Alfonso Tribín Ferro, Decano de la Facultad de Medicina de esa universidad y el Doctor Reinaldo Cabrera Polanía, entonces Director de la Fundación Cardioinfantil, decidieron rotar a los estudiantes de postgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad El Rosario a la Fundación Cardioinfantil. Fue un momento de crisis en temas de práctica hospitalaria con el infortunado cierre del Hospital Pediátrico Lorencita Villegas de Santos, entre otros.
En el 2015 la Institución recibió la acreditación como Hospital Universitario por parte de los Ministerios de Educación y Salud y Protección Social, mediante el Acuerdo 00240, con una vigencia de 7 años. Esta distinción, que únicamente la tenían en ese momento 7 hospitales en el país, fue otorgada después de demostrar que cumplimos con todos los requisitos necesarios para merecer una de las certificaciones nacionales más importantes en el sector, la cual incluye, entre otros factores, exigencias en el ámbito organizacional y misional, eficacia en la atención, tecnología y personal idóneo, capital humano, cumplimiento de indicadores de procesos, convenios de docencia y programas de educación continuada de la Institución.
A la fecha contamos con 19 convenios de docencia y servicio (12 con universidades de Bogotá y 7 con otras universidades de distintas regiones del país), 19 programas de postgrado en Medicina con la Universidad del Rosario, 5 programas de postgrado en Medicina y Enfermería con la Universidad de La Sabana, 3 programas de postgrado en Medicina con la Universidad El Bosque y un acuerdo de exclusividad con la Universidad del Rosario para programas de pregrado del área de la salud.
Mantenemos vigentes los convenios que tenemos con hospitales internacionales como:
- Cleveland Clinic
- Children’s Hospital Pittsburgh
- Texas Cardiac Arrhythmia
- Children’s Hospital Boston
Investigación
En 1992 la Fundación Cardioinfantil inauguró el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos Lleras Restrepo. Inicialmente se trabajó en el campo de válvulas cardiacas y se firmó un convenio con el departamento de bioingeniería de la Universidad de los Andes.
Al principio se formaron grupos de investigación pequeños y cada uno de estos hacía esfuerzos de financiación. En el año 2000 se crearon los primeros comités de ética de investigación clínica y animal, aprobados por el Ministerio de Salud, los cuales multiplicaron sus esfuerzos para coadyuvar en la solución de problemas científicos y administrativos. En el período del 2000 al 2002, el comité de ética aprobó 32 proyectos de investigación, de los cuales algunos recibieron el Premio Colciencias. El 43% de estos correspondía a intervención clínica –en su mayoría de cardiología- y el 29% experimentación en vivo.
El campo investigativo tomó tanta fuerza y urgencia que a principios de 2002 se vio la necesidad de crear un Departamento de Investigaciones cuyo principal objetivo fuera apoyar la investigación y su respectiva divulgación. Con su creación se fijaron derroteros y normas claras para continuar desarrollando investigación clínica: incrementar la investigación básica mediante convenios con universidades, subsanar las carencias de logística en epidemiología y estadística y en general, operar como centro de costos y gestor de recursos.
En 2014, el Departamento de Investigaciones recibió por primera vez el reconocimiento como Centro de Investigaciones, otorgado por el Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación COLCIENCIAS, para apoyar la investigación y su respectiva divulgación. En el 2018 se recibió nuevamente este reconocimiento por otros cinco años, formando parte de los 72 actores de Colombia que cuentan con ese estatus y sobresaliendo entre las 16 de estas organizaciones que pertenecen al sector salud.
Las líneas de investigación del departamento son variadas: tratamiento de enfermedades cardiovasculares y de alta complejidad, minimización de los riesgos de los pacientes en las cirugías, minimización del riesgo de infecciones y otras complicaciones, rehabilitación, salud cardiovascular, bioingeniería, investigación en nuevos dispositivos y medicamentos cardiovasculares, análisis de estrategias más efectivas y con menor costo, entre otras áreas y campos de acción.
Ser reconocidos por Colciencias ha permitido a la Fundación Cardioinfantil participar de los diferentes instrumentos de financiación de esta entidad y del Gobierno Nacional, e incluso formular proyectos para ser financiados por el Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación del Sistema General de Regalías.
Nuestra estrategia de crecimiento, desarrollo y consolidación como un centro de excelencia en la atención de enfermedades de alta complejidad, para Colombia y la región, gira alrededor de un fuerte compromiso con la vida y la salud de los pacientes. Cada paciente, colaborador, donante y voluntario ha contribuido en la construcción de esta trayectoria de historias iniciada hace 46 años por dos grandes mentes comprometidas y visionarias. Hoy nuestro deber es seguir creciendo e impactando positivamente la vida de quienes nos confían su cuidado.