¿Dolor de pecho en niños? Qué significa y cuándo preocuparse

El dolor de pecho en niños es una consulta frecuente que genera ansiedad en padres. Aunque suele ser benigno, siempre es importante saber identificar cuándo se trata de algo más serio. En esta guía práctica, te explicamos las causas comunes, señales de alarma y qué hacer desde casa. 

¿Qué tan común es el dolor de pecho en niños? 

La mayoría de los casos de dolor torácico infantil no están relacionados con problemas cardíacos. Las causas más frecuentes incluyen: 

• Dolor musculoesquelético: inflamación de los músculos o costillas (empeora con el movimiento o al tocar). 

• Tos, estornudos o esfuerzo físico intenso. 

• Infecciones respiratorias leves como gripa o resfriado. 

• Ansiedad o estrés emocional, especialmente en adolescentes. 

📌 En niños sanos, los problemas cardíacos son una causa poco frecuente. 

Otras causas del dolor de pecho en niños

Además de las causas comunes, hay otras condiciones a considerar: 

• Neumonía o pleuritis: dolor al respirar profundo o toser, con fiebre. 

• Asma: puede sentirse como presión o dolor torácico. 

• Reflujo gastroesofágico: ardor detrás del esternón, después de comer. 

• Trastornos emocionales: emociones intensas que el niño describe como “dolor en el pecho”. 

• Cardiopatías (muy poco frecuentes): acompañadas de palpitaciones, desmayos o fatiga con ejercicio. 

¿Cómo reconocer un dolor torácico benigno? 

Estas características indican que probablemente no hay una causa grave: 

• Dolor breve y localizado (puede señalarlo con el dedo). 

• Intensidad leve o moderada. 

• Ocurre en reposo o con ciertos movimientos. 

• No hay fiebre alta, desmayo ni dificultad respiratoria. 

• El niño está en buen estado general. 

Signos de alarma: cuándo consultar al médico 

Acude a urgencias si tu hijo presenta alguno de estos síntomas junto con el dolor: 

• Dolor de pecho intenso o súbito. 

• Dolor que aparece con el ejercicio o el juego. 

• Dificultad respiratoria marcada. 

• Labios o rostro azulados. 

• Mareos, desmayos o confusión. 

• Fiebre alta persistente. 

• Dolor que dura varios días o empeora. 

• Traumatismo reciente en el pecho. 

• Antecedentes de cardiopatías o enfermedad de Kawasaki. 

📍 Si el dolor persiste más de 1 a 2 semanas sin signos de alarma, consulta con tu pediatra. 

¿Qué hacer en casa si no hay signos de alarma? 

Si el niño está tranquilo y activo, puedes seguir estas recomendaciones: 

Observar y anotar: 

• Inicio del dolor, duración y factores que lo alivian o empeoran. 

• Presencia de tos, fiebre o dificultad para respirar. 

• Cambios en la actividad física o traumatismos recientes. 

Cuidados en casa: 

• Reposo relativo por 24–48 horas. 

• Aplicar calor o frío en el área afectada (según tolerancia). 

• Analgésicos solo bajo indicación médica. 

• Mantener hidratación y un ambiente tranquilo. 

• Transmitir calma al niño. 

El dolor de pecho en niños suele ser pasajero y sin gravedad. No obstante, la observación cuidadosa y actuar ante los signos de alarma son esenciales. 

Ante cualquier duda, consulta con tu pediatra. 

Autoras: 

Lina María Gutiérrez Montenegro y Paola Andrea Jiménez Bernal
Residentes de tercer año de Pediatría – Universidad de La Sabana