Versión 1 - 24/02/2022
El consumo de cannabis se asocia con un mayor riesgo de presentar fibrilación auricular (FA). Por tanto, se recomienda diseñar e implementar estrategias para informar a los consumidores sobre este efecto cardiovascular adverso y promover iniciativas para desincentivar su uso en esta población, especialmente en personas a mayor riego de FA, consumidores regulares o usuarios de cannabis combinado con alcohol u otras sustancias sicoactivas.
Certeza en la evidencia: moderada debido al riesgo de sesgos de información y clasificación.
- La asociación entre consumo de cannabis y FA es de similar magnitud a la del uso de tabaco, y posiblemente menor a la que tienen el uso de otras sustancias sicoactivas (metanfetaminas, cocaína y opiáceos) y el abuso de alcohol.
- El riesgo de presentar FA en personas que consumen sustancias psicoactivas aumenta proporcionalmente con la edad.
Es importante saber lo que no se conoce
Se desconoce si existe un gradiente dosis respuesta entre el consumo de cannabis y el desarrollo de FA.
Antecedentes
A nivel mundial, la FA es la arritmia cardíaca más frecuente, afectando a más de 46.3 millones de personas. Su prevalencia aumenta en función de la edad, la concurrencia de enfermedades y la expectativa de vida (1–3). Tener esta condición se ha asociado específicamente a deterioro de la calidad de vida, mayor morbimortalidad y mayor riesgo de desarrollar ataque cerebrovascular y falla cardíaca (1).
En Colombia, se estima una prevalencia de 87 casos por cada 100.000 habitantes, presentándose con frecuencia similar en mujeres y hombres (relación 1:0.9) (4). Representando un costo anual (por FA diagnosticada) de aproximadamente $6.218.179 pesos colombianos, cifra que podría ascender hasta $30.000.000 de pesos a causa de sus complicaciones (5).
Dentro de los factores asociados con la génesis de esta arritmia, se encuentran los que contribuyen al desarrollo de miocardiopatía auricular (hipertensión arterial, diabetes, falla cardiaca, enfermedad ateroesclerótica, entre otros). Algunos precipitantes transitorios pueden ser infección/sepsis, hipertiroidismo, tromboembolismo pulmonar y el uso de sustancias psicoactivas como el cannabis (la más usada a nivel mundial) (2,6).
Para el 2020, más del 4% (209 millones de personas) de la población mundial entre 15 y 64 años reportó uso de cannabis en el último año, con una prevalencia en aumento (6). En Colombia, ha crecido la discusión en torno a su legalización y los posibles cambios que se generarían en los hábitos de consumo (6–9).
La progresiva legalización del cannabis en distintos países ha estimulado la investigación relacionada con los efectos de su consumo (10). Diferentes publicaciones han relacionado el consumo de cannabis con consecuencias cardiovasculares. Desde el año 2000 se han presentado reportes de caso sugiriendo una relación entre el consumo y la presentación de FA (11–15). Asimismo, estudios de corte transversal publicados en 2021 encontraron mayor prevalencia de FA en pacientes jóvenes hospitalizados con historial de consumo de cannabis (16,17).
Un estudio de aleatorización mendeliana (18) evaluó la relación entre el uso de cannabis y las enfermedades cardiovasculares. A partir de una base de datos pública para estudios de asociación del genoma completo (participantes de ascendencia principalmente europea 77%), se realizó un metaanálisis donde se compararon 55.114 casos con 482.295 controles. Se encontró aumento del riesgo de presentar FA de 6% (OR 1.06, IC95% 1.02 – 1.11, p=0.008) en aquellos que consumían cannabis. La asociación se mantuvo luego de ajustar por factores de riesgo para enfermedad cardiovascular.
El objetivo de este Recado es explorar en la literatura científica el riesgo de presentar FA en consumidores de cannabis.
Información en la que se basa este Recado
Se generaron diferentes estrategias de búsqueda para las bases de datos PubMed, Cochrane Central Register, gestor de referencias bibliográficas Scopus y Biblioteca Virtual en Salud (BVS), utilizando las palabras claves “Cannabis” y “Fibrilación auricular”.
Se identificaron 207 artículos después de la eliminación de duplicados. Se seleccionaron 10 artículos: un estudio de aleatorización mendeliana (18), una revisión sistemática de reportes de casos (19), una cohorte histórica (20), dos estudios de corte transversal (16,17), tres reportes y dos series de casos (11–15).
De estos estudios, se seleccionó el estudio de Lin et al (20), una cohorte histórica de gran tamaño (n=23.561.884), con inclusión de población latina (26%) y seguimiento prolongado (hasta 10 años), que exploró el efecto de cannabis y sustancias afines (metanfetaminas, opiáceos y cocaína) como predictores de FA. La población estaba compuesta por sujetos de 18 años o más, que consultaron al departamento de emergencias, unidad de cirugía ambulatoria u hospitalizados en California entre enero de 2005 y diciembre de 2015. Del total de pacientes, 98.9% no consumían ninguna sustancia, 0.57% (n=134.834) eran usuarios de cannabis, 0.41% (n=98.271) de metanfetaminas, 0.20% (n=48.701) de cocaína y 0.04% (n=10.032) opiáceos.
El seguimiento terminaba cuando se detectaba el primer evento de FA o se completaba el tiempo de observación propuesto. Como control negativo se analizaron participantes con algunas patologías (apendicitis, sarcoma de tejido conectivo y carcinoma de células renales).
Resultados
- La incidencia de FA fue de 4.2% (n=998.747) durante el periodo de estudio.
- La edad media de los participantes que consumían cannabis fue de 32.3 (DE 13.7) años y la de los pacientes que no consumían sustancias fue de 46.6 (DE 19.3) años.
- La mayoría de los participantes que consumían alguna de las sustancias fueron de sexo masculino (70.2 %).
- La comorbilidad más prevalente para los usuarios de cannabis fue hipertensión (12.8%), seguida de diabetes (7.3%), dislipidemia (5.5%) y obesidad (5.1%). Así mismo, los usuarios de cannabis presentaron la prevalencia más alta de uso de tabaco (36.6%) y de abuso de alcohol de (7.2%). Los participantes que no consumían ninguna sustancia reportaron un consumo bajo de tabaco y alcohol (4.9 y 0.8%).
- En la tabla 1 se muestran las razones de riesgo (hazard ratio [HR]) de tener FA de acuerdo con el consumo de sustancias:
- Todas las sustancias estudiadas se asociaron con un exceso de riesgo de FA.
- El consumo de cannabis mostró aumento del 35% en el riesgo de FA comparado con el no consumo.
- Se encontró un gradiente positivo entre la edad y la incidencia de FA en los consumidores de metanfetaminas y cannabis.
- La ocurrencia de FA para cada una de las sustancias estudiadas fue independiente del patrón de consumo (dependencia, consumo continuo, consumo episódico, remisión del consumo e intoxicación/eventos adversos).
Información sobre la evidencia que soporta este Recado
Mediante el instrumento ROBINS-I (21) se determinó un riesgo moderado de sesgos (información y clasificación), debido a que los datos de las variables fueron obtenidos de registros de historias clínicas electrónicas y la identificación del consumo de sustancias psicoactivas fue basado en códigos diagnósticos. Se calificó la certeza de la evidencia de acuerdo con la evaluación GRADE (22), determinando una certeza de la evidencia moderada.
Referencias
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